Es tradición en muchos países y culturas celebrar eventos especiales y logros con una cena o fiesta. El anfitrión desea compartir su felicidad con los amigos. Las invitaciones se preparan meticulosamente y se envían a los comensales. A menudo, incluyen una solicitud para que quien ha sido invitado acuse recibo y confirme su asistencia al evento, así el anfitrión estará preparado para recibirlos. El Señor mismo nos ha invitado a sus eventos con la expresión: “Venid, a mí”.
'Venid, a mí'
En la parábola de las Diez Vírgenes el Salvador enseñó extendiendo una invitación. Las diez eran amigas del novio, acusaron recibo y aceptaron la invitación para asistir a la fiesta. Cinco fueron prudentes y las otras cinco fueron insensatas.
“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Y cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
Y tardándose el novio, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: He aquí el novio viene; salid a recibirle. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan.
Pero las prudentes respondieron, diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden y comprad para vosotras mismas. Y mientras ellas iban a comprar, vino el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Y después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, Señor, ábrenos! Mas respondiendo él, dijo: De cierto os digo que no os conozco.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mateo 25:1-13).
¿Cuál fue la invitación del Salvador a nosotros?
Para las vírgenes, tener suficiente aceite en sus lámparas marcó la diferencia entre asistir o no a la fiesta de bodas.
¿Qué era el aceite?
“Y en aquel día, cuando yo venga en mi gloria, se cumplirá la parábola que hablé acerca de las diez vírgenes.
Porque aquellos que son prudentes y han recibido la verdad, y han tomado al Santo Espíritu por guía, y no han sido engañados, de cierto os digo que estos no serán talados ni echados al fuego, sino que aguantarán el día” (DyC 45:56-57).

El “aceite” es tener y seguir al Espíritu Santo. La bendición es “aguantar” el día.
El “aceite” es tener y seguir al Espíritu Santo. La bendición es “aguantar” el día.
Al aceptar la invitación de obtener el 'aceite', cada uno puede ser contado entre los prudentes. Llevará a las bendiciones prometidas de no ser engañado.
El Plan del Área extiende una invitación para que cada persona fije metas personales, establezca planes y actúe para obtener logros en tres áreas:
- Templo: Haz la historia familiar y adora en el Templo.
- Evangelio: Vive y comparte el Evangelio de Jesucristo.
- Dia de Reposo: Aumenta la fe en el Padre Celestial y en Jesucristo mediante la observancia del día de reposo, tanto en la Iglesia como en el hogar.
Esto nos ayudará a recibir otras bendiciones prometidas.
Entonces, venga, esté entre las cinco vírgenes prudentes. Acepte la invitación y luego invite a otros a hacer lo mismo.